domingo, 14 de noviembre de 2010

HAZ BIEN Y NO MIRES A QUIÉN



Supongo que has escuchado esa frase que dice:
"Haz el bien y no mires a quién"
pero...¿Somos realmente capaces de hacerlo?
 ¿Y tú, estás dispuesto(a) a ayudar,
a aquellos que tanto dolor
te han causado, estás dispuesto(a)
a hacer el bien, sin mirar a quién?


Te invito a la reflexión!!!

CUENTO
Había una vez una familia que tenían un hijo.
La madre le dijo a su hijo que fuera a la ciudad a probar fortuna.
El muchacho se dirijo a la ciudad pero antes le dijo la madre:
-Hijo recuerda que pase lo que pase;haz el bien y no mires a quién.
El chico se fue a la ciudad y como no tenía dinero se puso al lado de un palacio a pedir.
Allí vivía una familia muy rica que tenía ocho hijos que parecían ángeles,los chicos le convencieron a su madre para que aquel chico que pedía, fuera uno de sus criados.
Luego el chico se fue al monte y se encontró con un pez en un río y decidió matarlo, pero se acordó de lo que le dijo su madre: "haz el bien y no mires a quien" entonces en vez de comerse el pez, le dio un poco de pan, y  el pez se lo agradeció y se fue.
Mas tarde se encontró con un pájaro muy bello y pensó encerrarlo en el palacio, pero se acordó de lo que había dicho su madre; asi que le dió migas de pan y el pajarito se fue.
El muchacho llegó al palacio y se encontró con la señora de la casa que se estaba bañando en el río, la mujer le dijo muy disgustada que su anillo de boda se había perdido y  si no lo encontraba  le caerían miles y miles de desgracias. Entonces, el pez que había dado de comer, le encontró el anillo y al verlo la señora le llenó de regalos.
Al día siguiente la hija de la señora estaba a punto de morirse y la única solución era una poción que estaba en posesión de un brujo malisimo. El chico se fue a por la poción y el pajarito al que dió de comer le ayudó a conseguir la poción y  la hija se curó.
A la vista de tales prodigios la señora lleno de dinero los bolsillos del muchacho.
El muchacho marchó hacia su casa muy contento y se dio cuenta de que su madre tenía razón al decirle: "Haz bien y no mires a quién"
FIN