domingo, 3 de abril de 2011

Cantar



Hasta hace muy poco no había                      estudios                                                                                                                   científicos al respecto, pero resultados de investigaciones recientes confirman que cantar debería ser recetado por el médico, afirma la 
doctora 
Gertraud Berka-Schmid, también psicoterapeuta y profesora de la Universidad de Música y Arte de Viena.
La experta critica en duros términos a los padres y maestros que

intentan prohibir a los niños cantar porque "no saben", pues, a su 
juicio, 
así se les priva de la capacidad de "personificación", de hacerse 
persona (expresión que viene del verbo "sonar") y se les cercena la 
vitalidad y el acceso a la experiencia del sonido.
Ello hace cambiar la conciencia de la personalidad y reduce su 
desarrollo porque poder levantar la voz, ser escuchado, ser 
reconocido y aceptado es de importancia vital para un ser e
minentemente comunicativo como es el ser humano, señala 
Berka-Schmid en declaraciones a la revista de medicina austríaca 
"Medizin Populär".
"Cantar es la respiración estructurada", indica el médico, que 
explica el efecto fisiológico de la respiración profunda, 
abdominal, que prevalece cuando uno canta y que se convierte en 
un masaje para el intestino y en un alivio para el corazón.
Además, asegura, esa respiración 
suministra aire adicional a los alvéolos 
pulmonares, impulsa la circulación 
sanguínea e incluso puede mejorar la 
concentración y la memoria.
 En opinión de la especialista, se trata de 
un remedio óptimo para los males 
específicos de nuestro tiempo porque 
equilibra el sistema vegetativo y refuerza 
la actividad de los nervios parasimpáticos 
que, en contraposición a los simpáticos, aportan tranquilidad y 
relax.
Bondades de cantar
 Cantar genera armonía a nivel psíquico y refuerza el sistema 
inmune para que puedan actuar las capacidades de 
autosanación frente a problemas hoy día tan frecuentes 
como los trastornos del sueño, las enfermedades circulatorias 
o el síndrome "burn out" ("estar quemado").
Las consecuencias de una estimulación nerviosa excesiva
son típicas de nuestro tiempo, afirma la especialista: la gente 
no puede con sus propios impulsos, se aísla, se bloquea y 
paraliza o acumula agresividad.
A través de la voz, uno es capaz de expresar las impresiones 
que le invaden continuamente, de tal forma que el sujeto 
puede deshacerse de una serie de sensaciones.
En ocasiones ello no es posible hacerlo hablando 
normalmente y ahí el canto desempeña un papel 
esencial, como ocurre con las canciones fúnebres.
Además de una respiración profunda, el cantar aporta una 
vivificación de la zona de la pelvis y funciona de forma 
automática, asegura la experta, para recordar que por algo 
popularmente se dice "Quien canta, su mal espanta".
El cuerpo es el instrumento del que disponemos para 
comunicarnos, para echar fuera la ira acumulada, y 
"emoción" no significa más que movimiento hacia fuera
: es decir, salen los sentimientos que no podemos expresar de otra forma.                             

A toda emoción le corresponde un modelo determinado de 
respiración y, 
así, quien esté agitado respirará de una manera distinta
a aquel que se 
encuentre triste
En la práctica, se ha visto que enfermos de Alzheimer, gracias 
a una canción conocida, han recuperado algún recuerdo o que personas 
que han sufrido una apoplejía han conseguido volver a hablar a través del canto, 
recuerda la especialista.



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